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¿Lo has notado? En un minuto, ella es tan feliz como una lombriz, y en cuestión de segundos puede enfurecerse con ira o derrotarse en lágrimas sin ninguna explicación. Nada le da la bienvenida a una preadolescente a la pubertad como los cambios de humor. Antes de que te sientas frustrado, recuerda cómo era, mamá. Tú también estuviste allí una vez.

¡Hormonas! Pueden hacer que las niñas se sientan como si estuvieran montadas en una montaña rusa emocional a través de la pubertad. (¡Otras personas que viven con una jovencita de mal humor podrían encontrarse aferradas a la montaña rusa para salvar su vida!) Tu hija aprenderá a controlar sus emociones y sentimientos, o será controlada por ellas.

Además de orar por gracia adicional y paciencia con tu hija, aquí hay algunos consejos para comunicarte y alentar a tu niña cuando este de mal humor:
1. Tienes una opción. Recuérdele a tu hija que Dios no solo le proporcionó hormonas a su cuerpo, sino que le dio autocontrol a su espíritu. Dado por Dios y más poderoso que cualquier hormona, el autocontrol es una decisión que debe tomar. (Gálatas 5: 22-23a) Coloque la pelota en su cancha y recuérdele que puede elegir responder a sus emociones ejercitando el don de Dios de autocontrol.

2. Tómate un momento. Anímela a vivir por la verdad; ella sabe que Dios desea que seamos amorosos, respetuosos y amables con los demás. Cuando el cambio de humor la arrastre, haga que se tome un momento antes de reaccionar / responder a la situación que ha presionado su botón. Tal vez sean algunas respiraciones profundas y contar hasta diez, salir a caminar o correr, ir tranquilamente a su habitación para refrescarse e incluso llorar. Honre su necesidad de espacio y privacidad y anímela a que la tome si y cuando la necesite. Mamá, usa este tiempo para golpearte las rodillas en oración por tu chica. Lucha por ella y pídele a Dios que te de una sabiduría especial, discernimiento y paciencia.

3. Procesar y orar. Nadie puede manejar sus emociones como Dios puede. En lugar de explotar contra un padre, hermano o amigo, haga que su hija exprese sus frustraciones a Dios. Ya sea que esté enojada, triste, sola, frustrada, derrotada o simplemente malhumorada, ayúdela a encontrar formas de comunicar sus emociones al Señor. Tal vez es escribir en un diario, escuchar música de adoración, dibujar o ir de excursión y hablarle en voz alta. Él es lo suficientemente grande, puede manejar sus estados de ánimo sin ofenderse.

4. Corrija el mal. Cuando se produce un cambio de humor, normalmente las chicas responden con palabras hirientes. Proverbios 12:18 dice “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina” Si en su estado de ánimo ha arremetido, muéstrele cómo corregir el dolor que pudo haber causado a otro; Apóyala mientras ejerce humildad y asume la responsabilidad de sus acciones

5. Centrarse en los demás. En medio de un cambio de humor, nuestro enfoque generalmente es en nosotros mismos; cómo nos sentimos, cómo nos perjudicamos, cómo pensamos que deberían ser las cosas … No hay mejor manera de disipar un cambio de humor que centrándose en otra persona. Establezca un proyecto al que pueda regresar cuando se sienta un poco malhumorada. Tal vez disfrutaría confeccionando mantas de lana para el refugio de animales local, escribiendo notas de aliento a los oficiales de policía y bomberos de la comunidad, preparando dulces para las enfermeras en el hospital o haciendo collages de fotos para amigos. Al elegir enfocarse en los demás, ella toma un rápido control de su corazón, mente y emociones y opera con el corazón del siervo de Jesús.

6. Necesitas respetarla. Si mamá. Respetarla. Ella no entiende sus cambios de humor más que tú en este momento. Si deseas que su interpolación actúe respetuosamente contigo, necesitas extenderle el mismo respeto a ella. No vuele de la manija ni recurra a gritar (o participar en la rabieta con ella). El cuerpo de tu chica está cambiando y su cerebro está experimentando un serio cableado; cualquiera de las cuales puede hacerla extremadamente volátil a veces. De ninguna manera debes tolerar su rabieta; dale tiempo para que se recupere antes de hablar sobre la situación. Pregúntale si quiere que te quedes o estés sola mientras se calma. Cuando esté lista para hablar, escuche, escuche con atención lo que tiene que decir. Incluso si no está de acuerdo con su posición, sus creencias o su lucha actual, busque un medio feliz. Reconoce la perspectiva de tu chica. Abrázala, sosténla si ella te lo permite, y explícale lo mucho que es amada. Ore con ella sobre la situación que la ha trastornado y pídale a Dios que le enseñe cómo ejercer el autocontrol. Hazle saber que has estado en sus zapatos antes. Recuerda cómo fue para ti … ¡extrae esa gracia de tus dedos si lo necesitas!

Ser padre a lo largo de los años de la preadolescencia puede hacer que te sientas como si fueras la que estuvieras montada en un cohete. Evita la tentación de disparar de tus cambios de humor. Este es el momento cuando ella necesita tu amor, afirmación y aceptación más.

¿Y tú? ¿Qué métodos te han resultado útiles al sobrellevar los cambios de humor de tu hijo/a?


5 responses to “¿Cómo hablo con mi hija acerca de los cambios de humor?”

  1. Wendy R Estévez P says:

    Muchas gracias, Chicas en Pura Libertad, por estas orientaciones. Han caído como “anillo al dedo”, en buen dominicano. Son consejos muy prácticos que me dan estrategias para dirigir a mis hijas a Cristo y a un buen manejo de sus emociones (y de las mias también). Dios les bendiga. Gracias.

  2. Cvflores says:

    Muchas gracias x su apoyo.
    Algunos te
    As x tratar ,que mencionan que Dios nos ayude a ser madres sabías e intencionales con nuestras hijas .
    Gracias x todo este material ,son un gran ministerio.
    Bendiciones 🙏

    • Neila Joao says:

      Gracias Ceci🌼, por hacernos saber el impacto que esta teniendo este ministerio en tu vida.
      Nos animo mucho🎊
      Esperamos pronto leer tu testimonio para animar a otras madres.
      Dios te bendiga

  3. Yaret says:

    Muchas Gracias, por dirigirnos en el amor de Dios, para guiar a mi hija. Teniendo autocontrol de mi misma.

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