“Hola, mi niña. ¿Cómo estas?”
“Bien.”
“¡Que bueno! ¿Cómo estuvo la escuela hoy?”
“Bien.”
“¿Sucedió algo interesante?”
“No”.
¿Te resulta familiar esta conversación?
Todos hemos estado allí. Recoges a tu hija de la escuela y estás MUY emocionada por descubrir cómo fue su día, pero en vez de la cotorrita que solía ser, se volvió una persona de monosílabos.
Aquí hay 3 formas de evitar esas incómodas y silenciosas conversaciones.
- Evita el interrogatorio.
Una forma de detener la conversación incluso antes de que comience es mediante un interrogatorio rápido tan pronto como su niña entre al automóvil. Algunas veces toma un poco de tiempo y espacio antes de que esté lista para procesar el día que acaba de pasar. Cuando inicias con el abrumador “Cómo estuvo la escuela hoy”, su cabeza se inundará con un millón de respuestas posibles, ¡y puede ser difícil elegir solo una cosa para responder! Hágale saber que está feliz de verla, pero no comience con las preguntas tan pronto como la puerta se cierre.Evita el interrogatorio y opta por una conversación bidireccional. Comparte con ellos y ellos compartirán contigo. También te alentamos a que, más que hacerle preguntas solo acerca de ella, la invites a formar parte de tu mundo. Ábrete a ella y cuéntale de tus días, pídele consejos y háblale acerca de las cosas que a ella le interesa.
- Haga preguntas específicas pero abiertas.
¡Tenga algunas preguntas que harán que la conversación continúe! Evite las preguntas de sí o no, ya que tienden a sentirse más como el interrogatorio que mencionamos anteriormente. Intenta algo como “¿Con quién te sentaste en el almuerzo hoy?” O “¿Tienes algún proyecto emocionante /estresante por venir?”
- No trates de resolver sus problemas … en este instante.
¡A veces tu chica se subirá al auto lista para desahogarse! Los niños enfrentan muchas presiones durante el día escolar, y es un honor cuando están listos para contárselo. Pero, ¿alguna vez has tenido una experiencia en la que ella parece tan ansiosa por contarte sobre su drama de amistad, pero tan pronto como respondes, vuelve a llorar?Como padres, nos apresuramos a saltar y tratar de resolver los problemas de nuestros hijos. Pero a veces, eso no es lo que están buscando de inmediato. En lugar de proporcionar una solución, simplemente escucha. Recuerda que hay tiempos para corregir y tiempos para compartir, no los mezcles. Tómalo todo, y empatiza. Hay un montón de tiempo para ayudarla a resolver el problema, pero cada uno de estos momentos puede ayudarla a aprender a resolver lo que pueda enfrentar. Si ella pide consejo, ¡adelante! Si puede sentir que ella necesita su consejo, intente preguntar: “¿Te gustaría saber qué haría yo en esta situación?” Si ella dice que sí, hágalo. Pero si no, simplemente déjale saber que estás ahí si alguna vez lo necesita, y siga escuchando.
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