Cuando la vida es pacífica y alegre, es tan fácil para tu hijo/a ver cómo Dios está obrando a su alrededor. Pero la vida de tu hijo/a no es siempre diversión y juegos. Cuando experimentan dificultades, ¿cómo puedes ayudarlos a comprender que Dios está con nosotros en todas las circunstancias y que Él puede hacer cosas hermosas de situaciones desastrosas?
Hoy queremos guiarte a realizar una actividad para ayudarte a enseñarle a tu hija (¡e hijo!) cómo hacer algo bello de un desastre.
LUGAR:
Puede que esto se ponga un poco desordenado. ¡Así que sería mejor que realices esta actividad afuera!
PREPARANDO TU CORAZÓN:
Todo el desorden, el caos y la incomodidad que experimentamos es temporal, y Dios lo está usando para convertirnos en objetos ajustados para Su propósito. Cuando aceptamos esta verdad, podemos compartirla con nuestros hijos. ¡Y pueden comenzar a vivir en esa verdad también!
Pero primero, debemos creerlo nosotros mismos. Para ayudarnos, pensemos en Pablo, el evangelista más grande del Nuevo Testamento. Durante su tiempo compartiendo las buenas nuevas de Jesucristo por todo el mundo civilizado, Pablo se encontró en muchas situaciones difíciles. Fue acusado injustamente, puesto bajo arresto domiciliario, encarcelado y finalmente asesinado. Realmente no se vuelve mucho más desordenado que eso.
Haz una pausa aquí para abrir tu Biblia y leer Hechos 27:17-30
Pablo creía, así como escribió en su carta a los Romanos, que todas las cosas obran para bien cuando somos llamados según los propósitos de Dios. ¡Sabía que su sufrimiento era temporal y que a través de esto Dios estaba con él haciéndolo más como Jesús! Se entregó a Dios y a ser moldeado por el Espíritu Santo y se convirtió en un testigo para el mundo entero a través de sus dificultades. Su aceptación de las dificultades le permitió a Dios entregarlo a través de esas circunstancias aparentemente desesperadas, mientras continuaba predicando con valentía el Evangelio. Como resultado, su historia produjo un legado que alentó a los cristianos a lo largo de la historia a caminar en tiempos difíciles en la fe. Qué hermosa nos parece su vida desordenada ahora mientras buscamos sabiduría para nuestras propias pruebas y tribulaciones.
Estar encarcelado es un concepto con el que todos deberíamos poder relacionarnos. Puede que no estemos encarcelados físicamente como lo estuvo Pablo, pero nuestras circunstancias pueden hacernos sentir arrestados por miedo, preocupación o culpa. Puede que estemos encarcelados por el arrepentimiento, la duda o ese sentimiento de “no soy suficientemente bueno.” Es probable que a veces tu hijo se sienta así también. Necesitan saber que esto también pasará, y que Dios está trabajando en sus vidas. Si son humildes y se someten a Él, serán hechos más como Jesús; más fuertes, más compasivos, más amorosos y listos para compartir las Buenas Nuevas a través de sus propias experiencias. ¡Esta actividad te ayudará a demostrarle a tu hijo/a que los eventos desordenados y caóticos pueden conducir a la belleza y el propósito!
ACTIVIDAD DE IMPACTO FAMILIAR:
El desafío, si deciden aceptarlo, hacer sus propias camisetas desastrosamente bellas. Aquí hay instrucciones fáciles de seguir para que cada uno haga una camisa única. ¿La mejor parte? Aprenderás una lección de un objeto muy poderoso sobre cómo Dios puede hacer de un desastre algo hermoso. Puedes descargar un PDF con todas las instrucciones y la guía de conversación justo aquí.
PREGUNTAS DE CONVERSACIÓN:
A medida que completen la actividad de las camisetas, compartan pensamientos sobre el Apóstol Pablo y cómo Dios usa cosas, tiempos e incluso personas desastrosas para hermosos propósitos. En el momento apropiado, hagan una pausa para abrir sus Biblias y tener una conversación. Considera hacerle algunas preguntas a tu hijo/a para que piense. ¿Crees que Pablo alguna vez estuvo asustado, confundido o desanimado por su situación? Si es así, ¿dónde crees que encontró el coraje y la motivación para continuar con su misión? ¿Dónde estaba su enfoque? ¿Cómo te sentirías si te trataran como a Pablo? ¿Te han tratado así alguna vez? ¿Podemos usar a Pablo como ejemplo para ajustar nuestra visión de nuestras propias circunstancias? Lee Romanos 8:28 y Deuteronomio 31:8. Usa las siguientes preguntas para guiar tu conversación.
PREGUNTALE A TU HIJO/A:
¿Qué sientes que está desordenado en tu vida en este momento?
¿Cómo podemos confiar en Dios?
Pregúntate a ti mismo/a y comparte: ¿Cuándo le has pedido a tu hijo/a que haga algo difícil porque sabías que era bueno para él/ella? Háblales a través de ese ejemplo.
¿Cuándo has reconocido la presencia de Dios en una situación desastrosa?
¿Qué bien hizo Él en y a través de ella?
Mientras hablas, concéntrate en las palabras TODO y NUNCA. ¡Dios NUNCA nos dejará y usará TODAS las cosas para bien! A medida que haces un poco de desastre mientras pintas tus camisetas, apóyate fuertemente en esa verdad.
ORA:
Termina tu actividad de impacto familiar en oración. Pídele al Señor que te ayude en cualquier situación desastrosa que estés enfrentando en este momento. Haz un compromiso verbal para elegir caminar por fe a través de la dificultad, confiando en que Dios está haciendo algo bueno.
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