Por Dannah Gresh, fundadora de True Girl
¿Cómo les enseñamos a nuestros hijos y nietos a orar? Curiosamente, hoy lo busqué en Google, pero ojalá no lo hubiera hecho. Había una idea de orar conforme a un nuevo adverbio cada día (Por ejemplo: ¡Voluntariamente!) También estaba la sugerencia de esparcir malvaviscos y chispas de chocolate en un mapa y orar por la ciudad o el estado ¡antes de comer uno de los dulces! Y el “Ladrido por Oración” es un método con el que oras por el dueño de un perro cada vez que ves uno… un perro, no un humano.
Bueno, estas son ideas creativas. Estoy 100% a favor de orar “felizmente” por el mundo entero (en especial si es con chocolate). ¡Y te aseguro que amo a los perros!
Pero permíteme sugerirte esta nueva idea.
Tal vez la mejor manera de enseñarle a tus hijos a orar es llevándolos a adentrarse en su Biblia. Los Salmos les enseñarán a alabar, lamentar, pedir, invocar la ira de Dios o Su protección, e incluso a confesar.
Por si acaso consideras esta idea aburrida y exagerada, como una de esas respuestas “cristianoides”… ¡escúchame en esto!
Tengo dos de las nietas más adorables del mundo. ¡Aquí tienes la prueba!
Mi nombre de abuela es “NanaDannah”; una palabra, no dos. Addie y Zoe acaban de empezar a decir mi nombre, el 16 de julio para ser exacta. (Pero ¿¡quién está llevando la cuenta!? Y qué importa que les haya salido como “¡Nanda!”)
El aprendizaje de un idioma es algo interesante. Lo aprendemos porque nos hablan. Piensa en esto: literalmente, nos convencen de hablar hablándonos. Sílaba por sílaba, nos surge la capacidad de responder. La capacidad de un niño para hablar se ve profundamente afectada por la cantidad de palabras que se le dicen. Hablamos en la medida en que nos hablan. En esencia, recibimos nuestras palabras.
¿Alguna vez pensaste en cómo eso se compara con hablar con Dios? Creo que debemos reconocer que esto no es ni remotamente posible a menos que primero nos sumerjamos en el lenguaje de Dios. Tenemos que recibir Sus palabras. Eso significa escuchar, estudiar, pensar, reflexionar, ponderar y meditar en las Escrituras. Aprendemos a orar de la misma manera en que aprendemos a hablar: recibiendo las palabras. La Biblia dice que Dios puso Sus palabras en boca de los profetas. Ellos la escribieron para nosotros. La Biblia, entonces, es la palabra escrita de Dios y es de donde obtenemos las palabras de Dios para hacer surgir el lenguaje de nuestra propia lengua.
Últimamente he escuchado muchas quejas sobre la oración. Las mamás sienten que el mundo está tan desordenado en este momento que simplemente no saben cómo hablar con Dios, y mucho menos cómo enseñar a sus hijos a hablar con Dios. Te ofrezco este tesoro de la Biblia, el verso lema de Chica Verdadera. En algunas versiones, se lee de esta manera.
Entonces dijo a los judíos que habían creído en él: “Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. Juan 8:31-32, RVC
Hay una gran evidencia de la autenticidad de nuestra relación con Jesucristo que se encuentra ¡al permanecer en la Palabra de Dios! Eso significa vivir en ella, permanecer en ella, morar en ella y meditar en ella.
El resultado de permanecer es conocer la verdad. Cuando estamos confundidos y no sabemos cómo hablar con Dios, encontraremos claridad si solo PERMANECEMOS en la Palabra. PERMANECER.
Creo que lo que esto nos está diciendo realmente es que Dios sabía que tendríamos momentos en los que no sabríamos cómo orar o qué creer. Pero, amiga, tienes que PERMANECER… sigue así… no te rindas… ¡Permanece en la PALABRA! Si lo haces, encontrarás claridad sobre cómo hablar con Dios de todo lo que sucede en nuestra vida. ¡Y es de allí que vendrá la libertad!
Entonces, cuando se trata de enseñar a nuestros hijos a orar… creo que debemos conducirlos a su Biblia, y luego hacer que PERMANEZCAN allí.
Y ya que estamos en el tema, ¿cómo va tu vida de oración? ¡Hoy podría ser un buen día para tomar tu Biblia y PERMANECER como una mujer de la Palabra de Dios!
Plan de acción sobre la verdad: Toma tu Biblia hoy y PERMANECE, incluso si hace tiempo que no lo haces. (En realidad, ¡con mayor razón si hace tiempo no lo haces!)
Nuestro verso lema en Chica Verdadera:
“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: ” Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:31-32
Muy real, hace poco mientras escuchaba orar a uno de mis hijos notaba que quizá era tiempo de empezar a enseñarles la forma correcta. Sin duda la palabra de Juan 8,debe ser una verdad que nosotras vivamos primero y en ella poder guiar a nuestros hijos. Tengo dos pequeños una de 5 y uno de 6 años. Y viniendo yo de un hogar donde no se conocía y nonse hablaba de la verdad del evangelio, me es de gran bendición cada palabra que comparten. Agradezco su tiempo y su amor al compartir cada palabra que nos alienta a seguir caminando en este camino y a seguir guiando a nuestros hijos en la verdad de Dios. Viviendo bajo su gracia, para que nuestros hijos sean moldeados y crescan en gracia y sabiduría como dice Lucas 2.
Un abrazo y bendiciones.
Una gran verdad, debo PERMANECER en la Palabra para hablar el mismo idioma de Dios, y entonces, sólo así mis hijos también aprenderán hablar ese mismo idioma 🙏