Featured image

Por Danna Gresh, creadora de Chica Verdadera

“Querido Señor, ¡por favor, crea un campo de fuerza alrededor de la casa de todos esta noche!”

Necesito corregir algo sobre la forma en que me he estado comunicando. En un blog pasado te he había invitado a ti y a otras madres a unirse al Desafío de oración “Clama” emitido por nuestro ministerio hermano, Aviva Nuestros Corazones. Y luego, te había pedido que lo usaras como una herramienta de entrenamiento para tu Chica Verdadera.

¡Pero esto podría ser al revés!

Esta semana, me preguntaba si debería haberte invitado a ser entrenada por tu hija. ¿Qué me hizo pensar en este cambio de rumbo? La oración de Grayson.

Grayson es un pequeño niño de mi  iglesia y hace aproximadamente una semana su madre publicó en sus redes sociales su oración antes de acostarse.

“Querido Dios, por favor, coloca un campo de fuerza alrededor de la casa de todos esta noche. En tu nombre, Amén. 

“¿No hay algo inocentemente poderoso en esa petición?

Oró con audacia porque cree que Dios puede hacer todo lo que le pida. Y su oración no fue egoísta. Le pidió a Dios que proteja a todos. No solo a él. No solo a su familia. No solo a sus amigos, sino a todos.

Hay algo verdaderamente libre de obstáculos en las oraciones de un niño, son puros y verdaderos, potentes y simples.

Una imagen vale más que mil palabras, así que déjame mostrarte lo que quiero decir.

Esta es mi foto favorita de nuestra gira de Chicas Verdadera del otoño del 2019. 

La he atesorado en mi corazón durante algunos meses. Esta semana, mientras la miraba, tenía el deseo de orar como ella. Esta semana estoy aprendiendo de la fe de los niños.

No es una lección nueva. Marcos 10: 13-16 (NTV) dice:

13 Jesús bendice a los niños

Cierto día, algunos padres llevaron a sus niños a Jesús para que los tocara y los bendijera, pero los discípulos regañaron a los padres por molestarlo. 14 Cuando Jesús vio lo que sucedía, se enojó con sus discípulos y les dijo: 15 Les digo la verdad, el que no reciba el reino de Dios como un niño nunca entrará en él». 16 Entonces tomó a los niños en sus brazos y después de poner sus manos sobre la cabeza de ellos, los bendijo.

Cuando algunas personas, probablemente padres ansiosos, traían a sus hijos al Hijo de Dios, sus discípulos trataban de “protegerlo”. ¡Jesús los reprende! Claramente, nuestro Salvador está ansioso por recibir a los niños y sus oraciones de “campos de fuerza”.

Pero no termina allí su lección para los discípulos. Jesús también les dice que deben parecerse más a los niños en la forma en que se acercan a él. Los invita a aprender de ellos.

¡Sí! Está al revés.

Por supuesto, en las Escrituras se les asigna la tarea de discipular a sus hijos, por lo que no hay nada de malo en la idea de enseñarle a tu hija la importancia de la oración e invitarla a participar en un desafío de oración contigo. Pero es posible que sus oraciones lleguen al trono de Dios con un grado de fe mayor que el tuyo.

En la mano del Espíritu de Dios, la capacidad de fe de un niño es, en algunos aspectos, mayor que la de un adulto. En cualquier caso, la fe de los niños suele ser mucho más simple que la de los adultos. Toman la Palabra de Dios como la encuentran y creen que es la Verdad misma de Dios.

-Charles Spurgeon

¿Por qué no tomas unos minutos y le preguntas a tu hija qué ha estado poniendo Dios en su corazón mientras oran juntas? Ve si hay algo que puedas aprender para poder acercarte a Dios “como un niño”.


2 responses to “Cómo aprender de la fe de nuestros hijos.”

  1. Rosa Varela Gutiérrez says:

    ¡¡¡¡¡ GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS,!!! GLORIA AL SEÑOR

  2. Paola Cárdenas says:

    Es tan cierto. cada noche oro con mi hija de 8 años y muchas veces me sorprende, cuando la escucho pedir por la protección de los niños que están sufriendo o que no tienen a sus padres. Me confronta ver cómo su corazón mucha veces está inclinado a pensar a otros que ni siquiera conoce, y Dios escucha su ración y obra.

Leave a Reply