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Por Kindra Lawson

El año pasado mi papá comenzó a criar abejas. ¡Le fascinan! No importa cuán lejos viajen para buscar néctar y recolectar el polen en sus patitas, de alguna manera siempre encuentran el camino de regreso a casa. 

¿Sabes qué más hacen las abejas? ¡Ellas hacen miel!

Es muy bueno que las abejas trabajen muy duro porque hacer miel no es una tarea fácil. ¿Sabías que la abeja promedio puede salir hasta diez veces de la colmena para hacer sus recorridos cada día? En esos recorridos, ¡visita entre 50 y 100 flores para recolectar polen! Y por todo ese trabajo producirán solamente 1/12 de una cucharadita de miel… en toda su vida

Cuando trabaja junto a otras 11 abejas obreras, pueden producir una cucharadita entera de miel dulce y espesa ¡para tu taza de té!

Hacer miel es un trabajo difícil. También lo es hablar con amabilidad. Mira este versículo de Proverbios 16:24:

“Las palabras amables son como la miel: dulces al alma y saludables para el cuerpo”.

Verás, justo como la miel es dulce al paladar, las palabras amables son dulces para el alma. ¿Sabías que la miel tiene propiedades curativas? La miel tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, y se ha utilizado a través de los tiempos para sanar heridas. Creo que no es una coincidencia que a las palabras amables se les compare con la miel en este versículo…

¡Las palabras amables sanan heridas!

Mamá, tú desempeñas un papel importante en enseñar a tu hija sobre el poder de la amabilidad. Eres tú quien establece el tono de las palabras amables para esparcirlas en la atmósfera de tu hogar.

Este mes quiero desafiarte a ser intencional en motivar a tu hija (y a ti misma) a hablar palabras de vida. 

Podrías estar pensando: Sé que la amabilidad es importante, pero ¿cómo hablo con mi hija para que lo entienda?

Aquí hay tres ideas creativas que puedes usar para iniciar la conversación:

  1. Una degustación pegajosa 

Saca un poco de miel y galletas. Luego, conversa con tu hija sobre las abejas usando la información de arriba en esta publicación. Lean juntas Proverbios 16:24 y habla con ella sobre el poder de la amabilidad. Finalmente, coman juntas las galletas con miel. ¡Incluso puedes convertir esta actividad en una fiesta de té!

2. Qué hay en la actividad de su corazón

Toma dos hojas de papel y recorta dos corazones (¡uno para ti y otro para tu hija!). Prepara algunos crayones, marcadores o lápices de colores y luego lean Lucas 6:45. ¡Lo que sale de tu boca estaba en tu corazón! Pregúntale a tu hija con qué tipo de cosas ha estado llenando su corazón últimamente. Hablen de la importancia de llenar nuestro corazón con amabilidad. 

“Lo que sale de tu boca estaba primero en tu corazón,”. – Dannah Gresh 

Para finalizar, escriban todas las cosas buenas que les gustaría guardar en su corazón. Decoren el corazón y péguenlo al espejo como un recordatorio diario de llenar su corazón de amabilidad.

3. El desafío de la amabilidad

¿Lista para un desafío madre-hija?

Lean juntas Efesios 4:29 y conversen sobre el poder de sus palabras. Las palabras pueden edificar a alguien, O BIEN pueden derribar a otros. Pregúntale a tu hija cómo se siente cuando alguien le dice algo feo. Luego, pregúntale cómo se siente cuando alguien le dice algo amable…

Finalmente, hagan este desafío juntas:

Durante la próxima semana, comprométanse a hablar ÚNICAMENTE palabras amables con los demás. Si fallan y dicen algo que no sea agradable, pidan disculpas a la persona y díganle tres cosas agradables para animarla.


One response to “Cómo Hablarle a tu Hija acerca de la Amabilidad”

  1. Nely Montalvo says:

    Está enseñanza solo se puedo enseñar a una hija o también se puede con un hijo varón … Gracias a Dios por este ministerio que nos va enseñado mucho

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