Haz lo que sea correcto

De Dannah Gresh, fundadora de Chica Verdadera

Tus hijos ven cuando haces lo correcto.

(Y cuando no).

Necesitaba un masaje.

Bueno, déjame corregir esa frase: quería un masaje. De alguna manera, parecía ser justo el mimo que necesitaba para “aguantar” una semana más de fatiga, decisiones y opiniones sobre la pandemia. Pero había viajado fuera del estado y me lo negaron amablemente cuando llamé para programar una cita con mi terapeuta favorita.

Mi fuerte sentido de tener “derechos” rugió dentro de mí. Tenía que desenfundar la Espada del Espíritu de Dios para rechazarlo o pasaría el día amargada y enojada en lugar de ser un conducto del amor y la paz de Dios.

¿Por qué mis emociones se habían intensificado tan rápidamente?

• No me sentí bienvenida.
• No me sentí aceptada.
• Mis necesidades o deseos fueron marginados.
• Se me negó la comodidad.

Hay muchos casos así en estos días. Los cristianos no se sienten bienvenidos ni aceptados. Estamos viviendo una marginación. Y a las personas de todo el mundo —sean seguidores de Cristo o no— se les niegan muchas comodidades. La posición privilegiada de la que una vez disfrutaron nuestra fe y nuestros valores cristianos en nuestra cultura está desapareciendo, y eso es digno de una conversación sobre cómo responder.

Recientemente me he preguntado si a veces confundimos la pérdida de privilegios con la persecución. Eso es algo que quiero evitar fielmente. Simplemente hay demasiados creyentes en nuestro mundo quebrantado que están experimentando una persecución real y terrible como para que yo la rebaje con palabras y acciones indignas de su testimonio alimentado por la fe.

¿Qué es la persecución?

Abrí mi Biblia en las palabras que Jesús pronunció en el Sermón del Monte para explorar mis pensamientos. Allí descubrí algo que no había visto antes.

Dios bendice a los que son perseguidos por hacer lo correcto, porque el reino del cielo les pertenece. Dios los bendice a ustedes cuando la gente les hace burla y los persigue y miente acerca de ustedes y dice toda clase de cosas malas en su contra porque son mis seguidores.

Mateo 5:10-11

Jesús parece dejar en claro que no todo sufrimiento es persecución. No todo es digno de ser bendecido. Hay calificadores. Parece que la verdadera persecución requiere estos dos ingredientes:

• Nuestro comportamiento recto.
• Nuestra declaración franca de Su nombre.

Cuando sufrimos por hacer lo correcto en el nombre de Jesús, eso es persecución. Cuando sufrimos por hacer (o no hacer) cosas que disfrutamos, eso es una pérdida de privilegios. Hay una diferencia.

¿Cuál debería ser nuestra respuesta a la persecución?

Ya tenía mi Biblia en Mateo 5, así que seguí leyendo. Esta es lo que Jesús dijo que debería ser nuestra respuesta cuando enfrentáramos una persecución real.

¡Alégrense! ¡Estén contentos, porque les espera una gran recompensa en el cielo! Y recuerden que a los antiguos profetas los persiguieron de la misma manera. 

Mateo 5:12

¿Alegrarme? ¿Estar contenta?

Eso es un poco difícil para mí. Mi “sentido del derecho” tendrá dificultades para dejarme volver naturalmente al gozo y la alegría… ya sea que en realidad sufra persecución o que simplemente esté perdiendo privilegios.

Me pregunto si mi propia respuesta a todo lo que sucede en nuestro mundo es la correcta. ¿Qué pasa si es más simple, tranquila y humilde que cualquier cosa que estemos viendo y experimentando entre los creyentes en este momento?

No pretendo conocer todas las respuestas sobre cómo deberían responder los cristianos a las cosas en este momento. Por favor, no me envíes mensajes de odio ni sientas que necesitas escribirme para mencionar todas las renuncias de responsabilidad que obviamente no incluyo en este asunto dolorosamente complejo. Solo quiero compartir lo que el Señor me está enseñando al considerar mi papel en todo esto: necesito crecer en mi deseo de vivir con rectitud.

¿Qué es la rectitud?

Por mucho que nos guste exagerar el término “rectitud”, creo que es bastante simple: haz lo que sea correcto. En las buenas y en las malas, Dios me ha llamado a la rectitud.

Lección de vida # 2 de Rut: Haz lo que sea correcto.

Rut era una mujer recta. En una época en que el mundo estaba lleno de problemas, ella demostró un espíritu afable y apacible, dispuesto a servir y obedecer incluso si la despojaban de sus comodidades y derechos al hacer lo que era correcto. Nadie la habría culpado por darle la espalda a su suegra para buscar comodidad como lo hizo su cuñada, pero Rut eligió el compromiso en lugar de la comodidad. Ella se quedó con su suegra afligida.

Pero Rut respondió:

—No me pidas que te deje y regrese a mi pueblo. A donde tú vayas, yo iré; dondequiera que tú vivas, yo viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, allí moriré y allí me enterrarán. ¡Que el Señor me castigue severamente si permito que algo nos separe, aparte de la muerte! 

Rut 1:16-17

Este fue un acto de rectitud, un simple y silencioso acto de amor. El libro de Rut describe muchas de sus pequeñas decisiones  para hacer lo que era correcto:

• Viajar por un camino solitario con su suegra viuda (Rut 1:16,17).
• Trabajar en el campo al calor del día para alimentar a su familia (Rut 2:3).
• Buscar y aplicar sabiduría para tomar decisiones difíciles sobre las relaciones (Rut 3:1-5).
• Confiar en Dios al enfrentar costumbres y tradiciones extrañas (Rut 3:18-4:1).

Estas simples decisiones rectas la prepararon para ser honrada por Dios como una bisabuela en el linaje de Jesucristo.

¿Tomo yo decisiones simples, tranquilas y rectas incluso cuando mi vida está plagada de dolor e incomodidad?

La verdadera persecución cristiana está llegando a América y a otras partes del mundo. Cualquiera que no vea eso estaría en una gran negación. Yo no cuestiono eso.

Simplemente me pregunto si estamos preparados para ella.

¿Acaso nuestra respuesta reactiva a la pérdida de privilegios no revela que nuestro corazón no está listo para “alegrarse” y “estar contentos” cuando enfrentemos una verdadera persecución? ¿Y será una persecución real si no mantenemos un corazón que elija acciones y palabras rectas?

• Quiero crecer en mi capacidad para “hacer lo que sea correcto”.
• Quiero reunir el valor para pronunciar con valentía el nombre de Jesucristo.

Y no quiero hacer una sin la otra, no sea que desacredite a mi justo y santo Salvador.

¿Cómo será una vida recta en 2022?

Aquí hay algunas cosas que podría incluir:

• Ayuda a tus hijos a pasar otro día de enseñanza en la distancia social.
• Lleva comida a una familia que esté en cuarentena.
• Quédate en casa si tienes síntomas de COVID-19.
• Ora por tu presidente, ya sea que hayas votado por él o no.
• Comparte tus opiniones con amor y respeto.
• Da una respuesta amable a la recepcionista de masajes que no puede programar tu cita. ☹

Estos son actos de rectitud. Nadie más podrá verlos excepto tus hijos.

¡Oh, espera!

Permíteme reformular eso: tus hijos verán tus actos de rectitud y aprenderán mucho más de ellos de lo que jamás aprenderán de tus sermones para vivir bien.

En mi primer artículo de la serie “Lecciones de vida de Rut”, mencioné que el duelo por algunas de mis pérdidas este año podría ser el comienzo de algo bueno. Llorar por mis pérdidas, por saludable que sea, sería un acto egoísta e incompleto si no aceptara también esta Verdad de la Palabra de Dios.

El sufrimiento me hizo bien,
porque me enseñó a prestar atención a tus decretos. 

Salmo 119:71

Ya sea una verdadera persecución o una simple negación de mis privilegios, estoy bastante segura de que lo que está sucediendo en nuestro mundo en este momento es bueno para mí.

Y para ti.

E incluso para nuestras hijas.

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