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Por Dannah Gresh, Creadora de Chicas en Pura Libertad

Si hubiera algo que pudieras hacer para reducir el riesgo de que el corazón de tus hijos sea quebrantado por dolor sexual en el futuro, ¿lo harías?

Francamente, proteger a mis hijos fue un gran motivador para mí cuando comencé a perseguir la teología sexual y la sanidad como ministerio vocacional. Cuando acababa de estrenar Y la novia se vistió de blanco: Siete secretos para la pureza sexual, descubrí el Instituto médico para la salud sexual (MISH). La maravillosa organización, fundada por un obstetra / ginecólogo cristiano, el Dr. Joseph McIlhaney, busca reducir las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo adolescente a través de la intervención médica y educativa. En un momento crítico de nuestra paternidad, MISH publicó una lista de los cinco principales factores que aumentan el riesgo de un debut sexual temprano en adolescentes, que Bob y yo tomamos muy en serio al criar a nuestros hijos. Informalmente desarrollamos cinco metas importantes para padres basándonos en la lista de riesgos. Aquí están:

Háblales temprano y frecuentemente sobre el sexo.

El impacto que tiene el rol de los padres sobre el desarrollo sexual a menudo se subestima, pero uno de los cinco principales riesgos que colocan a los adolescentes en riesgo de un debut sexual a temprana edad es el de los padres que no hablan sobre el sexo. Esto nos motivó a Bob y a mi a hablar con nuestros hijos en el momento adecuado. La edad apropiada para comenzar una conversación, si todavía no ha comenzado de manera natural, es nueve o diez. Muchos padres, especialmente padres cristianos, sienten que es demasiado pronto, pero ¿por qué tienen miedo de la conversación? ¿Será porque han utilizado o han visto de manera incorrecta el sexo, y tienen un paradigma quebrantado que les hace creer que el sexo es un tema malo o tabú? ¿Todavía tienen que sanarse para poder abordar la conversación cómodamente? George Barna dijo una vez: “Lo que crees cuando tienes trece años, es con lo que mueres creyendo”. No desperdicies los años críticos de formación de valores de tus hijos en la edad de la preadolesencia para introducir el tema del sexo, y luego prepárate para tener conversaciones continuas. Echa un vistazo a mi artículo sobre Diez de los mejores recursos para hablar con sus hijos sobre el sexo.

Exprésales las expectativas de tu familia y de Dios en términos de comportamiento sexual.

Muy a menudo la conversación entre los padres y sus hijos termina con “La charla”, que explica la mecánica básica del sexo. Luego se convierte en el elefante en la habitación mientras los niños exploran el tema más a fondo con sus compañeros, a través de Internet y la educación secular que carece de fundamento bíblico. Pero una y otra vez he leído encuestas que apuntan al hecho de que los niños quieren que sus padres hablen sobre esto más a menudo. Ellos necesitan que hagamos esto. Es posible que tu hijo te haya escuchado decir que el sexo es para el matrimonio, pero ¿qué significa eso exactamente? Cuestiones como la masturbación, la pornografía, el sexo oral, “hasta dónde es demasiado lejos”, y muchas más, son conversaciones críticas a medida que tu hijo desarrolla su ética sexual. No permita que los mensajes falsos del mundo sobre el sexo se conviertan en un megáfono para su sistema de valores simplemente porque guardas silencio sobre el asunto.

Enséñales a vestirse de acuerdo a su edad

La forma en que MISH declaró este riesgo fue diciendo que era más probable que un niño tuviera un debut sexual a temprana edad si “parecía más grande” de lo que realmente es. Previamente, creí que la modestia era una batalla que no valía la pena pelear con tantas otras cosas aparentemente más importantes en la mesa de conversación. Pero este riesgo movió los temas de modestia, maquillaje y vestirse según la edad a la lista de prioridades. (Esto también fue el catalizador de mi primer libro sobre el tema de la modestia, Secret Keeper, que sigue siendo un uno de los más vendidos para adolescentes. Después de 13 años, finalmente me puse a escribir una versión apropiada para las niñas preadolescentes titulado Secret Keeper Girl! En pocas palabras: no solo está bien decirle a tu hija “esa falda es demasiado corta”, sino que es una manera amorosa y necesaria de proteger su cuerpo y su corazón. En una noche de inspiración de Dios, Bob escribió: “Creemos que la modestia es una cuestión del corazón de una niña y de la mente de un chico, y estamos comprometidos a proteger ambos”.

Retrasa las relaciones de larga duración hasta que sean lo suficientemente maduros para manejar esa responsabilidad.

Los adolescentes son más propensos a tener relaciones sexuales si han estado en una relación de seis meses o más. Los estudiantes de secundaria y preparatoria realmente no necesitan estar, ni pueden manejar realmente, relaciones serias. En su libro, Hooked: Nueva ciencia sobre cómo el sexo casual está afectando a nuestros niños, el Dr. McIlhaney reveló que la corteza prefrontal del cerebro, que maneja el autocontrol, no se forma completamente hasta principios de los años veinte. También argumenta que los individuos generalmente no pueden manejar el nivel de la tentación sexual que las relaciones a largo plazo conllevan. Bob y yo desarrollamos un estándar familiar que ayudó a nuestros hijos a retrasar su primera relación a largo plazo, en un esfuerzo por proteger sus cuerpos, corazones y mentes.

Busca intencionalmente oportunidades de conexión.

De todas las cosas que tu corazón teme acerca de tus hijos: debut sexual temprano, fracaso académico, relaciones violentas, abuso de sustancias, adicción a la pornografía, las ciencias sociales afirman que la conexión entre padres e hijos es el principal reductor de estos riesgos. La palabra de Dios afirmó este pensamiento mucho antes de que empezáramos a hacer encuestas sociales. La tarea del desarrollo moral nunca se asigna a nadie más que a mamá y papá. No a las escuelas, no a nuestras Iglesias, no a los autores y oradores, sino a los padres. Cuando Bob y yo vimos esta investigación, no solo hicimos objetivos radicales en términos de cómo nos relacionamos con nuestros hijos, desde cenar juntos 3 a 5 veces por semana hasta crear pasatiempos familiares que nos unieran como jugar a la marca láser o pasear en bote, pero también reorganizamos nuestro ministerio por completo. Dejamos de hacer eventos solo para adolescentes, y comenzamos a crear eventos de conexión entre padres e hijos para que mamá y papá puedan estar en el asiento del conductor y formar una conversación de valor. Chicas en pura libertad, que conecta los corazones de madres e hijas para discutir temas como la pureza, la modestia y la verdadera belleza, ha sido el más bendecido de nuestros eventos construidos bajo este modelo.

¿Y tú? Qué piensas de estas 5 metas? ¿Estás dispuesta a aplicarlas en tu marco familiar? ¿De qué otra manera puedes ayudar a proteger a tus hijos de tener un corazón quebrantado por el dolor sexual? Deja tus comentarios e ideas debajo para ayudar a otras mamás a tomar decisiones sabias para sus hijos.


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