Por Dannah Gresh
Un estudio de dos años realizado por un grupo de trabajo especializado de la Asociación Estadounidense de Psicología sobre la Sexualización de las Niñas reveló que los productos y el mercadeo que se dirigen a las niñas adolescentes están relacionados con trastornos alimentarios, baja autoestima, depresión, etc., y actividad sexual temprana. (Mejor dicho: Fomentan inseguridad corporal).
¿No es irónico que en lugar de hacer que las niñas se sientan bien con sus cuerpos, todos estos productos de “belleza” hacen que nuestras hijas, y a veces nosotras mismas, nos sintamos gordas o poco atractivas? La inseguridad corporal no le hará bien a tu hija.
Estos son los dos riesgos primordiales de vivir una vida con inseguridades corporales:
1. La inseguridad corporal crea una hiperconciencia de cada defecto, lunar o marca única, o diferencia de la norma de belleza que nos presentan en los medios.
Esta hiperconciencia influye en la forma en que tu hija se cuida y puede ser letal. Por ejemplo, considera la forma en que las niñas pre adolescentes piensan sobre la comida. El periodico Washington Post ha lamentado el creciente número de pacientes cada vez más jóvenes en las clínicas de trastornos alimentarios en todo Estados Unidos.
“Hace una década, los nuevos pacientes con trastornos alimentarios en el Children ‘s National Medical Center (Hospital Infantil) tendían a tener alrededor de 15 años”, dice Adelaide Robb, directora de psiquiatría para pacientes hospitalizados. “Hoy en día, los niños llegan desde los 5 y los 6 años”.
La baja autoestima, la depresión, y la actividad sexual precoz, todos relacionados con lo que nuestras niñas creen sobre su cuerpo y su belleza, son grandes riesgos cuando nuestras niñas se convierten en víctimas de la inseguridad corporal. Antes de que nos demos cuenta, la hiperconciencia de un diente torcido o una espinilla, se convierte en una excusa para cortarse o llevar a nuestras niñas que antes solían reír inocentemente a una profunda depresión. ¡Esto tiene que parar!
2. Más dañino aún, la inseguridad corporal crea un enfoque extremo en el cuerpo a expensas del espíritu de tu hija.
Se supone que entre los ocho y los diez años, los niños aprenden a distinguir el bien del mal, no a personalizar un atuendo o ponerse rímel. Deben estar aprendiendo a vivir una vida emocional, mental y espiritualmente saludable, sin perderse en el drama de citas entre adolescentes o en concursos de belleza con sus compañeros de la escuela. Si caen víctimas de las normas de inseguridad corporal de la sociedad, se centrarán demasiado en su belleza externa, a menudo a costa de descuidar su espíritu.
Considera esto: la persona promedio, entre las edades de nueve y diecisiete años en la actualidad obtiene puntuaciones tan altas en las escalas de ansiedad como los niños que fueron admitidos en clínicas psicológicas por trastornos graves en la década de 1950. Simplemente no hemos estado atendiendo los espíritus de nuestros hijos ni enseñándoles el arte de cuidar sus propios espíritus. (¡Mientras tanto, sus ropas de marca a menudo son perfectas!)
Dios estableció las bases para las preguntas que enfrentaríamos sobre nuestros cuerpos. Está registrado en la historia de la creación.
“Entonces Dios dijo:” Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza … “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. Génesis 1: 26-27
¡Somos creadas a imagen de Dios! Que esto sea un recordatorio para ti, para tu hija, hoy y todos los días!(Este es un extracto del libro Madres, críen hijas satisfechas con su imagen: 8 Conversaciones para tener con tu preadolescente con base bíblica, en el propósito de Dios para su cuerpo y glorificarlo a Él por Dannah Gresh). El próximo mes, en la subscripción Digital de Chica Verdadera te regalamos el primer capítulo de este libro. Subscríbete ya aquí: https://www.puralibertad.org/chica-verdadera/subscripcion/
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Excelente artículo 👌 Muchas gracias. Dios les continúe bendiciendo.
Ahora mi pregunta sería: de manera específica como podría yo apoyar a mi preadolescente en casa a fortalecer o a crear su seguridad física, en su cuerpo, su autoestima?